Después de todas las cosas lo único inerrante de aquel pedazo de existencia era la ventana.El exterior cambiaba poco a poco, los bancos y las tardes azules se tragaban los anhelos,caía la nieve rígida sobre el alféizar, le congelaba los párpados, se ponía el sol sobre otro año imperecedero, lloraba con gemidos cortos, absorbiendo la humedad del ambiente; apoyada en la madera grotesca.
Etiquetas: Escolopendra
1 Comment:
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- Anónimo said...
12:46 a. m. GMT-3este es mas tetrico, y mas me suena a niñita de 12 en un banco del colegio pensando quien sabe que cosas....no me gusto tanto....pero el del tiempo si ^^
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