Joven:
No quiero abrir más sobres crípticos que son remitidos a mí, pero no para mí, sino para una muerta. Le aclaro que sus misivas me ofenden y me causan desazón, que no me interesa encontrar palabras que son como flores mustias o discursos fúnebres. Usted no me conoce, no descubrió más que unas pocas hojas del montón de mi otoño. No tuvimos invierno porque no existíamos, o no el nosotros por lo menos. La primavera es engañosa y efímera, pero usted parece empecinarse en creer que algo de dulce hay entre tanto suicidio cotidiano. No somos un verano por motivos que piensa que desconozco, pero sé más de lo que sabe usted que yo sé; sé dejar a las personas sin mirar por sobre mi hombro, recoger mis perchas y marcharme apenas oída la orden, en cinco minutos. Se comprar boletos a una velocidad inimaginable y quemo las cosas sin dejar rastro de humo. No crea que olvidé, porque es mentira, siempre recuerdo las fechas, las caras, las ocasiones, el ruido que tenía un árbol, la ovación de los álamos, el mutis infranqueable de las nubes de polvo y las puñaladas también. Yo perdono, no olvido,¿le queda claro?
Devolvámonos algunas cosas, que quizás ni notamos que cedimos. No me interesa conservar recuerdos en el fondo de un baúl, saquémoslos a flote y gritémonos unas cuantas verdades, aunque sea de un modo violento y poco civilizado. ¿A quien le interesa un poco de urbanidad en estos momentos?
¿Ha visto la panorámica desde el fondo de ataúd en que moro gracias a sus cartas? La frente gélida, las comisuras cosidas al revés, una impasibilidad francamente irritante, la visión anterior de unas caminatas irrelevantes…Responda: ¿Es que los recuerdos de antaño están más vivos que la versión real?
No pretendo seguir reprochándolo.Le envío su fajo de cartas y cosas a la brevedad. Devuélvame mis partes, me siento incompleta. No invente necedades. Si no desea pagar el franqueo , lo cancelo yo.
PD: Dudo que me crea capaz de remitirle esta carta, señor. Quizás jamás mencioné que las muñecas de porcelanas vienen en cajas de sorpresa.
Etiquetas: Cartas para nadie
Triste carta para sellar lo que fue. Aunque, pensándolo bien, casi todas las cartas lo son (salvo las comerciales, pero ésas son aún más tristes).
Nada mejor que tomar ciertas manos.
Me dediqué a analizar el instante exacto de lo que me cuentas en tus frases y déjame decirte mi Saltamontes que ando paciente y receptiva, me gustó lo que leí. Te salvaste de mi crítica hoy, mañana ya verás!!