A mi lado sentose un rostro duro y deshilachado, un abrigo negro, un gorro de piel y unos guantes estampados de pantera. Me observó vanamente, y yo la deduje de un vistazo.
Sus labios de comisuras caídas sólo podían significar aquello. Ella también lo entendió, y su vaho floral comenzó a rodearme. El frío que se extendió por mis extremidades fue indescriptible, indecifrable, pero sólo soy consciente del eco de una voz perdida en el espacio y de una incontenible copa que vertió en mi boca; cuyo líquido pegajoso, aquel veneno, se deslizaría perezoso por mis entrañas.
Un ardor en la garganta, un perfume de narciso y un sabor de amarga hiel se extendió por mi boca. Intenté ignorarla mirando hacia otro lado, pero el olor y el sabor parecía apoderarse de mí.
Recuerdo haber estado sentada, escribiendo como ahora, eso sí, más distraídamente, distorsionando fantasmas y evadiendo recuerdos; cuando un nombre, una frase, una declaración de presencia y olvido zapateó en mi cerebro; de ahí el sabor acre del asunto.
Me levanté en silencio y desvié mis intenciones hacia otro recuerdo. Era un recuerdo banal como la expectación antes de descerrajar el papel de un regalo, y como tal vino acompañado de la aspereza de la desilución. Y sólo consiguió masificar esa hiel por todo mi cuerpo, como un veneno que avanza lentamente, llenando vacíos e intensificando viejos rencores.
El pensamiento se había anclado en mi mente, quizás no el pensamiento, sino la reacción que me provocó aquella simple frase. Pensar que yo sólo era un simple objeto, desplazado... una deslucida y opaca muñeca de trapo, aplastada en un rincón . Pensar en todas las promesas que formuló mi mente, las situaciones de prueba que inventó y re-inventó. Pensar en mi corazón ilusionado, en lo amargo que había resultado...
Intensifiqué mi recuerdo de miradas, halagos, dulces palabras, hice desfilar por mi mente toda la dulzura que rebusqué en el cajón de los recuerdos. Mas la amargura no cesó, creo que aún me visita.
Ese día volví a acasa rumiando recuerdos bañados en hiel amarga.
Por primera vez, en aquella tarde, me había entrevistado, sin saber, con amargura.
Etiquetas: Cuentos
ojla q ti bmmmm
iap ta muyy bueno y lindo tu blogg
m usta muxoo
bueno niña
cuidat un monton kisess!!
Saludos!
Contra eso, sólo el amor que hay en el interior puede defender de sus embates. Sólo el amor y la esperanza en que algo hay, más allá del horizonte, aunque aún no sepamos qué.
Me gustó mucho tu blog.
El Doc.
En el arte, como en el amor, la ternura es lo que da la fuerza
~ Oscar Wilde
Just the two of us...
que vem, assim, nos atrapalhar a vida, nos fazer descer ao inferno da tristeza e amargura, que nos faz perder a vontade de ficar aqui e de viver algo tão novo e arriscar.
passamos por isso.
mas nunca, nunca devemos nos render a isso!
me identifico com teus escritos...
un besito.
Gracias por tu comentario, me encanta tu blog.