Una tarde cualquiera, con las calles inmutables, con los patrones recortados y oscuros. Mientras espera ud mirándose los zapatos, intentando imaginar como se posiciona la aguja del reloj, sin punto de referencia. Es preferible sin esos puntos, piensa,sin indicadores, sin el molde de la vida diaria, sin comidas estipuladas, observando la luna y su halo neblinoso, en mitad de la avenida.
Observa impávido con las manos en los bolsillos, y cuando ese alguien que espera llega, no se inmuta. Absorto en aquella luna , prefiere sentir el calor de ese cuerpo y su respiración agitada antes que voltear y aniquilar esa fantasía.
Comparten una mano, hasta que se calma y miran los dos como se deforma ese pétalo frágil, cómo es estragado por la neblina y lentamente devorado por la noche. Oscuridad. Frío. El calor se disuelve en el momento en que la luna se aparta de su acecho. Ella lo soslaya porque también prefiere estar sola.
Etiquetas: Escolopendra
con coraje y ganas de dormir
Siempre suyo
Jack
xD
Hoy no tengo cuestionamientos que hacer, además, nunca son respondidos xD.
besos Valentina, cuidate..
Pd: Quizas el hombre quiera estar sólo, porque, a quien esperaba..llego tarde!!!!
Pd: Recuerda darle click al URL.
[Sureda]