Fuma, siéntate y pósalo en tus piernas, balancealo entre tus dedos, presiónalo con tu yema latente, imprégnate del olor a tabaco, enciéndelo, enciéndeme, fúmame, fuma. Reclínate sobre un piso nocturno, plega las alas en tu espalda, abanícalo entre tus dientes, siéntelo vivo en cada partícula, hazlo tuyo, aspíralo, trágalo, piénsalo. Observa la luz que te encandila los labios, la concomitancia roja de la llama mordida, la indiferencia de fumar a oscuras ante todo. Cierra los ojos extasiado, concéntrate, culmíname de humo sabor cigarro.
Etiquetas: Escolopendra
2 Comments:
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
QUE ESTÉS MUY BIEN!!!
SIGUES EVOLUCIONANDO CON TUS ESCRITOS, TE FELICITO!