Etiquetas: Escolopendra
Eras mi tristeza patente, mi recuerdo que jugaba con una palita a hacer barro, que crecía y solía preguntar para obtener respuestas curiosas;que miraba, que sentía con todo el ardor de sus sentidos, que consideraba campal batalla sentarse en un columpio mecido por la brisa, para contemplar las ensoñaciones de la historia y sus mariposas.
Etiquetas: Escolopendra
Vestía un abrigo rojo y una pañoleta tornasol, un gorrito tejido de color negro y un pantalón gastado. Parecía ser de edad, pero presumí sería más joven, olía a humo, a desuso, a cigarro, una mezcla de caricias rancias y descuido.
La observaba fijamente y ella lo notó, su cara pequeña, de grandes ojos negros cuyas cuencas sobresalían de unas ojeras de alcohol, pintados de un color rosa estrepitoso, se concentraron en mí. El labio inferior, un tanto vermiforme, se movió impaciente, ocultando los dientes se pasó las manos nerviosas por la cabellera negra atestada de canas. No se atrevió a hablarme, adiviné lo incómoda que se hallaba sometida a mi escrutinio; sus ansias de juventud totalmente volcadas en un labial rojo que poblaba sus labios resecos me fascinaban y no podía dejar de contemplarla. Su cara estaba recubierta de una pelusilla rubia que se apreciaba a contraluz, y ajada por las más broncosas arrugas; poseedoras de esa oscura resignación que sólo tiene quien mira desde el retrovisor y ve pasar por la calle sus años dorados.
Etiquetas: Gente
Etiquetas: Escolopendra
Hace tanto que no veo tu espalda ni tu cara
Ni un rincón genuflexivo de tu anatomía
Hace tanto que no te somatizo ni rememoro tus ecos
Hace tanto que no intento olvidarte
Porque no es necesario.
Y puedo esbozar un perfil objetivo de tu soma
Y decir que el amor no te sienta bien
Que tu semblante es macilento
Te ves enfermo y alicaído
Y vegetas triste y sin rumbo por las calles
Que deliras como hacen los no correspondidos
Que tropiezas
Y es probable que para llenar tus arcas de mendrugos de cariño
Me busques.
Etiquetas: Poemas
Te irás
y me quedaré llorando como una tonta
Esperando a que me digas por qué
Aunque ya lo sepa
Y vea que es inevitable
Que los caminos te subyugan
Se bifurcan y te incitan a salir
Que se te evapora el aliento
Y se difumina tu tranco
Que te marchas callada
Que te lo callaste
Que al sentir tu contacto presentí algo grotesco
Y se me incendiaron los ojos para contener las lágrimas.
No dije nada
No supe sospechar nada
Intentaste no manchar mi paño
Ya obscurecido por una que otra mácula de tristeza
Te fuiste, desapareces
Serás una foránea a donde vayas
Se te impondrá la vida
Germinaran nuevos lugares ajenos
Te rodearan nuevos aires mundanos
Serás la misma en otra estancia
Tienes la manía de hacer las cosas
Dices que te irás porque te irás
Y volverás como sea pero volverás
Etiquetas: Poemas