Escrito por
Inevitable
a la/s
3:41:00 p. m.
Caí, te vi, me encontraste boca arriba, anonadada, en el albañal, con la importancia entre los puños, arropada entre pañuelos perfumados; y me recogiste. Pude sonreír, intacta, exhausta, sudorosa, te adoré muda y te seguí por el camino hacia el fin, hasta que te inclinaste para despedirte...
Entonces te guarde en mi anal, entre un montón de papeles arrugados y descubrí que eras lo único que me había encontrado alguna vez.
Entonces te guarde en mi anal, entre un montón de papeles arrugados y descubrí que eras lo único que me había encontrado alguna vez.
Etiquetas: Escolopendra
1 Comment:
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
Hoy es un buen sábado, no sé por qué tiendo a escribir mi vida, pero retomemos.
El texto cae en la precisión, exacta para poder llevarnos a una lectura con cierto dejo de ternura.
En un minuto me desconcentré y bueno, la imagen, perfecta.
Besitos mi flaquita, te quiero mucho
=)